21.1.10

Special K

Tener aspiraciones profesionales es la mejor manera de darse cuenta de que la educación de este país lleva al más abismal desengaño. El conocimiento se supedita a un contrato indefinido, a una plaza fija que permita hablar de grandes verdades desde un cómodo despacho. Ser inteligente está sobrevalorado en una sociedad dominada por milagrosos métodos adelgazantes y que, irónicamente, tacha de superficial el culto al físico. Me rindo ante las verdades institucionalizadas, no me apetece estudiar hoy. Me voy a comprar al súper. Esta noche empiezo la dieta.

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