3.9.09

#3

Sé que me sigues, que me observas si me descuido agazapada tras el rastro de mi sombra, en los suspiros de mi mente, lista para saltar. Y yo no siempre encuentro como esquivarte. Lanzas la piedra y escondes la intención. Pero ya no pienso hacerte caso, ni escucharte ni mirarte de reojo. Sigue intentando acorralarme porque ya peleé en todas tus batallas y yo misma construí tus armas para este duelo. Cuando estés dispuesta a firmar mis condiciones volveré a mirar hacia atrás. Pero por ahora prefiero regalarte mi canción. La de quien fui y quería ser quien soy, la de los gatos aullando al cielo equivocado, subidos a los tejados para tener más cerca el cielo.

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