17.7.09

baldosa amarilla #1

Intenté decirte con palabras lo que me gritaba el corazón. Mas no lo escuchaste. Traté de expresar con una mirada aquello que me quemaba cuando cerraba los ojos y sólo sentía, pero me hundí en el profundo océano en el que pretendía navegar. Abrí mi pecho por la mitad invitándote a entrar en mí, a formar parte de cada gota de sangre que sin tu calor no recorría mis venas, pero me dejaste desangrar sin comprender el motivo. Y yo, arrastrada por la fuerza de ese amor que nunca llegaste a adivinar, me convertí en tu voz, en tu aire, en la estrella que brillaba en tu ventana en incluso en el suelo por el que caminabas. Nunca alcanzaste a verme. Ahora que desistí de mi empeño por brillar entre tu oscuridad, cuando por fin me levanto de mi letargo y descubro que existen quienes sí escucharon mis súplicas, notas mi ausencia. Pero ya me fui hace mucho tiempo, antes incluso de ser consciente de mi partida, ya no estaba contigo. No me pidas amor porque ya te lo regalé una vez, no persigas a mi corazón porque ya se encerró contigo y lo dejaste marchar. Si alguna vez llegaste a intuirme sabrás que nunca más voy a volver.



PD: Es algo que escribí hace mucho tiempo, casi una vida, pero es una parte importante de lo que hoy soy, por eso ahí arranca mi camino.

2 comentarios:

Sevillano22 dijo...

Dios, ¡que profundo!. Me gusta mucho anita. Un beso

Anita dijo...

Muchas gracias wapo!